¿Cuál es el mejor abono para césped?
Depende del momento del año y del estado de tu jardín. En primavera conviene usar un fertilizante con más nitrógeno para estimular el crecimiento, mientras que en otoño es mejor uno más rico en potasio para fortalecer el césped de cara al frío. Los abonos de liberación lenta son una buena opción todo el año si buscas comodidad y resultados sostenidos.
¿Cada cuánto tiempo se debe abonar el césped?
Lo ideal es hacerlo entre 3 y 4 veces al año, adaptando la dosis a la época y al tipo de césped. Un césped muy usado o dañado puede necesitar apoyo extra. Los productos de larga duración permiten espaciar las aplicaciones sin perder eficacia.
¿Puedo abonar y sembrar el césped a la vez?
Sí, pero es importante elegir un fertilizante específico para siembra o inicio, con nutrientes suaves que no quemen la semilla. Muchos de nuestros productos están pensados para combinar con la resiembra en primavera u otoño.
¿Se puede abonar el césped en verano?
Sí, aunque hay que tener cuidado. Se recomienda abonar justo antes de una lluvia o regar después de aplicar, para evitar que el fertilizante queme el césped con altas temperaturas. Los abonos equilibrados o de liberación lenta son los más recomendables en esta época.
¿Cómo se aplica el abono para césped correctamente?
Lo más eficaz es repartirlo de forma uniforme con un esparcidor o a mano con guantes, sobre césped seco, y luego regar. No abones justo después de cortar; espera 2–3 días para que el césped absorba mejor los nutrientes.
¿Qué diferencia hay entre abono de liberación lenta y uno rápido?
Los fertilizantes de liberación lenta van soltando los nutrientes poco a poco, lo que evita picos de crecimiento y reduce el riesgo de quemaduras. Son ideales para mantener el césped sano durante varias semanas sin tener que abonar constantemente.