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El invierno es una estación crítica para la salud de tu césped. Muchos propietarios creen que el jardín “duerme” y no necesita atención, pero nada más lejos de la realidad: abonar el césped en invierno es la clave para que sobreviva al frío, recupere su vigor en primavera y luzca verde y denso durante todo el año.
¿Por qué es importante abonar el césped en invierno?
En invierno, el césped entra en una fase de reposo vegetativo, donde su crecimiento se ralentiza, pero sus raíces siguen activas. Abonar en esta época fortalece el sistema radicular, mejora la resistencia a las heladas, las enfermedades y el pisoteo, y aporta los nutrientes necesarios para que el césped despierte en primavera con más fuerza.
Saltarse el abonado invernal suele traducirse en un césped más débil, con manchas amarillas, menos denso y más susceptible a hongos y plagas. Un buen abono de invierno es, por tanto, una inversión en la salud y la estética de tu jardín.
¿Qué tipo de abono se recomienda para el césped en invierno?
Elegir el fertilizante adecuado es fundamental. Los abonos de invierno se caracterizan por tener bajo contenido en nitrógeno y una proporción más alta de potasio y fósforo.
Diferencias entre el abono de otoño y el de invierno:
Aunque ambos ayudan a preparar el césped para el frío, el abono de otoño aún busca estimular un último crecimiento antes del letargo, mientras que el de invierno se centra en proteger las raíces y mejorar la tolerancia a las bajas temperaturas. El abono de invierno suele tener un extra de potasio para reforzar la estructura celular de las plantas.
¿Qué nutrientes son claves en el abono de invierno?
El potasio es el mineral esencial: aumenta la resistencia del césped al frío, la sequía y las enfermedades. El fósforo ayuda a desarrollar raíces profundas. El nitrógeno, en cambio, debe estar en niveles bajos para evitar un crecimiento blando y poco resistente.
¿Es mejor abono granulado o líquido en invierno?
Para la mayoría de jardines, el abono granulado de liberación lenta es la mejor opción. Se aplica de forma sencilla y garantiza que los nutrientes se liberen poco a poco durante el invierno. Los abonos líquidos pueden usarse, pero suelen ser menos efectivos a largo plazo en esta época.
¿Cuándo y cómo aplicar el abono en invierno?

Mejor momento para abonar el césped en invierno:
Lo ideal es aplicar el abono a finales de otoño o justo al inicio del invierno, antes de las heladas más intensas. Así, el césped absorbe los nutrientes esenciales para pasar la época fría en las mejores condiciones.
¿Con qué frecuencia abonar el césped en invierno?
El invierno es una estación crítica para la salud de tu césped. Muchos propietarios creen que el jardín “duerme” y no necesita atención, pero nada más lejos de la realidad: abonar el césped en invierno es la clave para que sobreviva al frío, recupere su vigor en primavera y luzca verde y denso durante todo el año.
Pasos para una aplicación correcta:
Corta el césped un par de días antes de abonar, dejando una altura media.
Distribuye el abono de manera uniforme, usando esparcidor si es posible.
Riega suavemente para facilitar la disolución de los gránulos, salvo si se prevén lluvias.
Evita abonar en días de helada, lluvia intensa o nieve.
Problemas frecuentes y cuidados técnicos del césped en invierno
¿Por qué el césped se amarillea en invierno?
El amarilleo es habitual en invierno y responde a varios factores: estrés térmico por bajas temperaturas, carencias nutricionales —especialmente de potasio—, compactación del sustrato o exceso de humedad. Aplicar un abono específico para invierno, con alto contenido en potasio, favorece la resistencia celular y ayuda a reducir este problema. Además, es esencial mantener un drenaje eficiente para evitar encharcamientos que puedan favorecer enfermedades fúngicas.
¿Cómo recuperar un césped que parece seco o dañado tras el invierno?
Si el césped presenta zonas secas o deterioradas tras el frío, lo fundamental es analizar las causas: déficit de nutrientes, compactación del suelo o falta de aireación. La recomendación profesional es realizar un abonado de invierno adecuado, revisar el pH del terreno, y, si fuera necesario, efectuar tareas de aireado o resiembra en primavera para estimular la recuperación de las áreas afectadas.
¿Qué medidas tomar para prevenir hongos y enfermedades en invierno?
Durante el invierno, el riesgo de hongos aumenta por la humedad y la menor actividad biológica del césped. Es recomendable evitar riegos excesivos, retirar hojas caídas y restos orgánicos, y apostar por un abono de invierno que incluya micronutrientes y potasio, fortaleciendo así las defensas naturales de la pradera frente a patógenos.