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Cultivando Sostenibilidad: cómo los Créditos de Carbono Benefician a los Agricultores
La agricultura no solo es una fuente de alimentos, sino también un aliado crucial en la lucha contra el cambio climático. Desde la siembra hasta la cosecha, descubre cómo las prácticas agrícolas sostenibles pueden convertir la tierra en un activo valioso tanto para el medio ambiente como para la economía.
Los créditos de carbono están transformando la forma en que los agricultores cultivan la tierra y cómo pueden beneficiarse económicamente al contribuir a la captura de carbono. Las prácticas agrícolas sostenibles pueden convertir la tierra en un activo valioso tanto para el medio ambiente como para la economía.
¿Qué son los créditos de carbono?
Los créditos de carbono son certificados que confirman que se ha eliminado o reducido una tonelada métrica de CO2 de la atmósfera. Estos créditos se han convertido en una herramienta poderosa en la lucha contra el cambio climático. Permíteme proporcionarte más detalles:
- Funcionamiento de los créditos de carbono:
- Cada crédito de carbono equivale a una tonelada de CO2 que se ha dejado de emitir a la atmósfera.
- Las empresas que exceden la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) pueden acudir a los créditos de carbono para compensar sus emisiones.
- El proceso de verificación es necesario para obtener créditos de carbono. En el caso de las explotaciones agrarias, se mide el carbono almacenado en el suelo, y empresas independientes certifican el secuestro de CO2 antes de poner los créditos a la venta.
Agricultura de conservación y créditos de carbono
La agricultura de conservación es una práctica que puede contribuir tanto a la sostenibilidad ambiental como a los ingresos económicos para los agricultores. Aquí te presentamos algunas prácticas específicas que pueden ayudarte a obtener créditos de carbono:
- Rotación de cultivos:
- La rotación de cultivos implica alternar diferentes tipos de cultivos en la misma parcela a lo largo del tiempo.
- Esta práctica ayuda a mejorar la salud del suelo, reducir la erosión y aumentar el almacenamiento de carbono en el suelo.
- Siembra directa:
- La siembra directa consiste en sembrar las semillas sin arar previamente el suelo.
- Al evitar la labranza, se reduce la perturbación del suelo y se mantiene una mayor cantidad de materia orgánica, lo que contribuye al secuestro de carbono.
- Cobertura vegetal:
- Mantener una cubierta vegetal en el suelo durante todo el año ayuda a protegerlo contra la erosión y mejora su estructura.
- Las plantas en crecimiento constante también contribuyen al almacenamiento de carbono en el suelo.
- Reducción del uso de agroquímicos:
- Minimizar el uso de fertilizantes y pesticidas químicos ayuda a mantener la salud del suelo y la biodiversidad.
- Un suelo saludable puede almacenar más carbono y contribuir a la mitigación del cambio climático.
- Agricultura de precisión:
- Hacer un uso racional, medido y ajustado de tanto del agua, fertilizantes como de fitosanitarios en nuestros cultivos, implica hace más eficientes su uso, por lo tanto, contribuyen a la mitigación del cambio climático.
Adoptar estas prácticas de agricultura de conservación no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede generar créditos de carbono al aumentar el almacenamiento de carbono en el suelo.
Funcionamiento de los Créditos de Carbono
Los créditos de carbono son un mecanismo que permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y combatir el cambio climático. Permíteme explicarte cómo funcionan y qué sucede con las empresas que exceden la cantidad permitida de GEI:
- Generación de créditos de carbono:
- Los créditos de carbono se crean a través de proyectos que reducen, previenen o eliminan las emisiones de GEI de la atmósfera.
- Estos proyectos pueden incluir:
- Energías renovables como la energía eólica y solar.
- Proyectos forestales y agrícolas que secuestran carbono de la atmósfera.
- Tipos de créditos de carbono:
- Existen diferentes tipos de créditos, como:
- ERU (Emissions Reduction Unit): Representa una tonelada de CO2 que se deja de emitir por la puesta en marcha de un proyecto de aplicación conjunta.
- CER (Certified Emission Reduction): Es generado y certificado mediante el esquema del mecanismo de desarrollo limpio.
- RMU (Removal Unit): Utilizado para conseguir la eliminación de GEI mediante sumideros de carbono, como la forestación y reforestación.
- Compras y ventas de créditos:
- Las empresas contaminantes pueden comprar estos créditos como alternativa a la reducción directa de emisiones.
- Sin embargo, estas “compensaciones” se han cuestionado por diversos motivos, como la duda de si realmente reducen el carbono en la atmósfera.
- Empresas que exceden las emisiones:
- Si una empresa supera la cantidad permitida de GEI, puede adquirir créditos de carbono para compensar sus emisiones.
- Estos créditos ayudan a nivelar la cantidad total de emisiones permitidas y pueden ser objeto de comercio en mercados internacionales.
Verificación y certificación de los créditos de carbono
Los créditos de carbono son una herramienta fundamental en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Permíteme explicarte cómo funcionan y qué compromisos adquiere el agricultor:
- ¿Qué son los créditos de carbono?
- Un crédito de carbono es un certificado que confirma que se ha eliminado o reducido una tonelada métrica de CO2 de la atmósfera.
- Estos créditos se generan mediante proyectos destinados a la reducción de emisiones que cumplen con estándares específicos de certificación.
- Principio de adicionalidad:
- Para garantizar que los créditos de carbono representan la reducción real de emisiones, deben cumplir con el principio de adicionalidad.
- Esto significa que la reducción de emisiones debe ser consecuencia directa del proyecto a financiar y no simplemente el resultado de actividades que se habrían llevado a cabo de todos modos.
- Evitar la doble contabilidad:
- Se debe evitar que los créditos usados para un proyecto se contabilicen dos veces.
- Las transacciones de compra y venta de carbono se registran en entidades certificadoras nacionales o internacionales para evitar duplicación.
- Mercados de carbono:
- Existen dos tipos de mercados de carbono:
- Voluntario: Empresas y gobiernos adquieren créditos de carbono para mejorar la sostenibilidad corporativa y lograr la neutralidad de carbono.
- Obligatorio: Regulado por gobiernos o entidades supranacionales, impone límites a las emisiones de ciertas industrias o sectores.
- Compromisos del agricultor:
- El agricultor debe aplicar prácticas que aumenten el carbono del suelo, como la agricultura regenerativa.
- La restauración del suelo conlleva la acumulación de carbono, y los agricultores pueden vender Créditos de Carbono.
- Al generar ingresos mientras restauran la tierra, aumentan la resiliencia económica y ecológica de su empresa agrícola
¿Cómo entrar en el mercado de los créditos de carbono?
El agricultor que quiera incrementar sus ingresos agrícolas con la producción de créditos de carbono tendrá que ponerse en manos de programas o entidades que emitan créditos de carbono. BURGOS SALAVERRY como empresa colaboradora en el desarrollo de programas de emisión de créditos de carbono, ha creado AGROBITA.
AGROBITA es un asistente digital que ayuda al agricultor en la toma de decisiones en campo, mediante el uso de la inteligencia artificial (IA) y que entre otras muchas funcionalidades: teledetección satélite/dron, cuaderno de campo digital, estudio energético, etc., Nos permite gestionar de manera rápida y eficiente, programas de créditos de carbono.
Estos son los pasos que con AGROBITA y BURGOS SALAVERRY, dará el agricultor interesado en obtener créditos de carbono:
1. Conectar con AGROBITA. Para evaluar y verificar las prácticas sostenibles en la explotación agrícola. www.agrobita.es
2. Evaluación inicial de la explotación agrícola. Se trata de determinar el potencial de reducción de emisiones y el secuestro potencial de carbono. Esto implica medir el carbono almacenado en el suelo y otras prácticas sostenibles.
3. Creación de un plan de prácticas de agricultura de carbono: los agricultores deben implementar prácticas que reduzcan las emisiones y aumenten el secuestro de carbono. Esto puede incluir la gestión de residuos, cultivos de cobertura y agrosilvicultura.
4. Implementación y registro de datos: los agricultores deben llevar a cabo las prácticas planificadas y registrar datos relevantes, como el uso de fertilizantes, la rotación de cultivos y el manejo del suelo.
5. Verificación. Las prácticas serán verificadas por empresas reconocidas en el mercado. Esto garantiza la calidad de los créditos de carbono generados.
6. Generar ingresos a partir de los créditos de carbono. Una vez verificados, los créditos de carbono se pueden poner a la venta y ofrecerlos a empresas que necesiten compensar sus emisiones. Cada crédito equivale a una tonelada de CO2 que se ha dejado de emitir y según demanda, pueden pagar al agricultor hasta 45 € por crédito de carbono.
Conclusiones
¡La relación entre los créditos de carbono y la agricultura sostenible es un poderoso testimonio de cómo la tierra puede ser un recurso invaluable en la lucha contra el cambio climático!
Los agricultores, al adoptar prácticas sostenibles, no solo pueden contribuir a la captura de carbono, sino también beneficiarse económicamente. Al implementar prácticas como la rotación de cultivos, siembra directa y cobertura vegetal, no solo mejoran la salud del suelo, sino que también aumentan el almacenamiento de carbono. Esto se traduce en la generación de créditos de carbono que pueden ser una fuente adicional de ingresos. Así, la sostenibilidad agrícola se convierte en una oportunidad para proteger nuestro planeta y para proporcionar un impacto económico positivo.