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En el campo siempre surge la misma duda:
¿Puedo mezclar el insecticida con el fertilizante foliar en el mismo tanque?
La respuesta corta es sí, en muchos casos se puede, pero con precaución y siguiendo unas reglas básicas. Mezclar productos fitosanitarios mal puede arruinar el tratamiento, provocar fitotoxicidad en las plantas o incluso dañar la maquinaria. Bien hecho, en cambio, ahorra tiempo, reduce pasadas con el tractor, disminuye la compactación del suelo y mejora la eficiencia de la aplicación.
En Burgos Salaverry, especialistas agrícolas, hemos preparado esta guía para que sepas cuándo conviene mezclar, cómo hacerlo paso a paso y en qué cultivos es más beneficioso
Compatibilidad de insecticidas y fertilizantes foliares

¿Qué significa mezclar productos fitosanitarios?
Se trata de preparar una mezcla en el tanque de pulverización con varios productos a la vez: insecticidas, fungicidas, fertilizantes foliares o correctores de carencias. El objetivo es ahorrar tiempo y mejorar la eficacia del tratamiento.
Riesgos de mezclar mal
Incompatibilidad química: precipitados, espuma o separación de fases.
Pérdida de eficacia: el fertilizante puede inactivar al insecticida o viceversa.
Fitotoxicidad: manchas, quemaduras o caída de hojas en el cultivo.
Daño a la maquinaria: obstrucción de boquillas y corrosión en el tanque.
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Ventajas de una mezcla correcta
Una sola pasada en campo = menos gasto de gasoil y horas de trabajo.
Reducción del estrés mecánico en el cultivo.
Aprovechamiento del momento óptimo de absorción foliar.
Mayor eficiencia económica y agronómica.
Orden correcto para mezclar agroquímicos en el tanque
Seguir un orden es la clave. Nunca eches los productos todos juntos sin control.
Agua: llena el tanque hasta la mitad con agua limpia.
Correctores de pH o coadyuvantes: ajusta el agua primero.
Polvos mojables (WP): disolver bien antes de añadir líquidos.
Suspensiones concentradas (SC).
Emulsiones (EC).
Fertilizante foliar líquido.
Insecticidas líquidos o solubles.
Completa con agua hasta llenar el tanque.
⚠️ Consejo: nunca prepares una mezcla sin antes hacer una prueba de compatibilidad en un cubo pequeño.
Productos que nunca se deben mezclar
Cobre con aceites minerales.
Azufre con aceites.
Insecticidas piretroides con fertilizantes muy alcalinos.
Fertilizantes con alto contenido en calcio con sulfatos
¿Qué plantas se benefician más de la mezcla?
Cultivos extensivos (maíz, trigo, soja): optimizan la pasada de herbicidas/insecticidas junto a un aporte de micronutrientes como zinc o manganeso.
Hortícolas (tomate, pimiento, lechuga): muy sensibles a la deficiencia de micronutrientes, se aprovecha la aplicación foliar para reforzar mientras se controla trips, pulgón o mosca blanca.
Frutales (cítricos, vid, manzano): combinación útil en etapas de engorde de fruto o brotación, siempre evitando mezclas con cobre y aceites.
Ornamentales y viveros: conviene ajustar bien dosis porque son más sensibles a la fitotoxicidad.
Mezclar insecticidas con fertilizante foliar vs aplicar por separado
| Característica | Mezcla en tanque | Aplicación separada |
|---|---|---|
| Ahorro de tiempo | Una sola pasada | Dos o más pasadas |
| Coste de gasoil y mano de obra | Menor | Mayor |
| Compatibilidad | Riesgo de reacciones químicas | Sin riesgos |
| Eficacia | Puede mejorar si es compatible | Siempre estable |
| Riesgo de fitotoxicidad | Medio | Bajo |
| Flexibilidad | Limitada a lo compatible | Total |
Calendario y tiempos de aplicación recomendados
Primavera: ideal para combinar fertilizantes foliares de arranque (N, P, micronutrientes) con insecticidas preventivos contra plagas tempranas.
Verano: cuidado con altas temperaturas; aplicar temprano por la mañana o al atardecer. Añadir coadyuvantes para mejorar absorción.
Otoño: reforzar con potasio y fósforo foliar, junto a control de plagas que cierran ciclo.
Invierno: en cultivos de interior o invernadero aún activos se pueden hacer mezclas suaves, pero la mayoría de cultivos entran en reposo.
Casos especiales: insecticidas orgánicos y fertilizantes foliares

La agricultura moderna no se limita a productos de síntesis. Cada vez más agricultores trabajan con insecticidas de origen orgánico y buscan combinarlos con fertilizantes foliares. La clave es entender cómo actúa cada uno para evitar problemas y sacar el máximo provecho.
Aceite de neem
El neem (Azadirachta indica) es un insecticida natural con acción repelente, regulador de crecimiento y antialimentario contra más de 200 plagas.
Compatibilidad: puede mezclarse con fertilizantes foliares suaves (micronutrientes, extractos de algas), pero nunca con productos cúpricos o azufrados, ya que puede perder eficacia o provocar quemaduras.
Recomendación práctica: aplicar en pulverizaciones finas, preferentemente al atardecer, para evitar fotodegradación. Si se combina con un foliar de nitrógeno o aminoácidos, mejora la absorción sin afectar al neem.
Usos recomendados: hortícolas de hoja, frutales jóvenes y ornamentales donde se quiere un control ecológico sin residuos.
Bacillus thuringiensis (Bt)
Es un bioinsecticida microbiano que actúa por ingestión sobre orugas y larvas.
Compatibilidad: generalmente estable con la mayoría de fertilizantes líquidos y bioestimulantes. Lo que no se debe hacer es mezclarlo con productos muy alcalinos o con aceites minerales, ya que afectan la viabilidad de la bacteria.
Recomendación práctica: mantener el pH del agua entre 6 y 7. Aplicar en horas frescas para prolongar la supervivencia de las esporas. Si se mezcla con fertilizante foliar de fósforo o potasio, se logra un doble efecto: nutrición y protección.
Usos recomendados: hortícolas como tomate y pimiento, vid contra polilla del racimo, y frutales de hueso afectados por carpocapsa.
Extractos de algas y bioestimulantes
Los bioestimulantes, especialmente los extractos de algas, aportan fitohormonas, aminoácidos y carbohidratos que favorecen la resistencia natural de la planta.
Compatibilidad: suelen ser seguros de mezclar con insecticidas (orgánicos y de síntesis) y con fertilizantes foliares. Sin embargo, conviene evitar mezclas con sales muy concentradas de calcio o magnesio, que pueden desestabilizar la solución.
Recomendación práctica: utilizar siempre en dosis bajas, al inicio de la mezcla, y acompañar con correctores de pH. Funcionan muy bien combinados con insecticidas de contacto, ya que potencian la capacidad de recuperación del cultivo después de un ataque de plagas.
Usos recomendados: frutales, olivar, viñedo y cultivos intensivos bajo invernadero que sufren estrés frecuente (térmico, hídrico o por plagas).


